El portero Ricardo Zamora fue la primera leyenda del fútbol español. Jugó con solo 19 años con la selección nacional que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920 y se coronó como el mejor guardameta del mundo, a juicio de la prensa internacional, en el Campeonato del Mundo de 1934 celebrado en Italia, en la primera vez que participaba nuestro país en esta competición nacida cuatro años antes.
España se clasificó para el Mundial venciendo a Portugal, eliminó luego a Brasil y acabó perdiendo contra los anfitriones italianos, pero la excepcional actuación de Zamora en todos los partidos fue reconocida universalmente. Con Brasil paró un penalti, la primera vez que un portero lo hacía en el torneo.