En 1990 Italia descartó la idea de recurrir a animales, personas o alimentos para representar a su país. El resultado fue “Ciao”, creación de Lucio Boscardin que consiste en un objeto inanimado de autoría desconocida formado por una serie de cubos verdes, blancos y rojos que, en su combinación, crean un cuerpo humano rematado con un balón de fútbol.
Con fecha de nacimiento ficticia en el 1 de enero de 1979, “Ciao” fue un experimento accidental en el camino del diseño de las mascotas futbolísticas.
“Ciao” representó una especie de figura mecánica futurista, cuyo nombre -que no merece mucha explicación- significa “Hola” o “Adiós”, en italiano.
Hasta el día de hoy se le considera como la peor mascota mundialista de todos los tiempos.